¿Vivís atrapad@ en parálisis?
Probablemente has escuchado hablar del famoso “modo fight or flight” (lucha o huida), la respuesta automática de nuestro cuerpo al estrés. Pero hay un tercer estado que no muchos conocen: el freeze, o “modo congelado”.
Cuando el sistema nervioso se ve desbordado por el estrés, si luchar o huir no parecen opciones, el cuerpo entra en parálisis. Te desconectás. No sentís. No avanzás.
¿Cómo se ve eso en la vida diaria?
No importa si descansás igual te sentís cansad@.
Estás presente, pero como en automático.
Falta de motivación.
Todo te abruma, hasta lo más simple.
Y lo más peligroso: lo empezamos a normalizar. Empezas a vivir en parálisis sin darte cuenta y solo pensás que estás cansandx, o "así es la vida adulta"
Tu cuerpo no está diseñado para vivir así.
El sistema nervioso necesita ciclos de activación y relajación. Pero cuando el estrés se acumula sin liberar, quedás atrapad@. El cuerpo lo interpreta como amenaza continua y te mantiene en ese modo de congelamiento para "protegerte".
Con el tiempo, esto impacta en tu:
Salud mental (ansiedad, desánimo, desconexión emocional)
Energía física (fatiga constante, tensión muscular)
Claridad mental (dificultad para concentrarte o tomar decisiones)
Salir de esta parálisis es posible, pero solo querer no es suficiente.
No es un tema de decir ya no me voy a sentir así. Tu sistema necesita herramientas que le enseñen a regularse de nuevo. Prácticas como:
Flotación en aislamiento sensorial
Meditación
Respiración consciente
Movilidad
Estas prácticas envían un mensaje claro al sistema nervioso: estás seguro, puedes soltar la tensión y reconectar contigo.
La pausa es el camino de regreso
Conseguir ese balance es un proceso. Con cada pequeña pausa, tu cuerpo recuerda que no necesita vivir en alerta o en parálisis. Y desde ahí, recuperás lo que el estrés te ha quitado.
¿Sientes que últimamente estás "congelado"? Tal vez es hora de escuchar a tu cuerpo y empezar a liberarlo.