¿Vivís atrapad@ en parálisis?

Probablemente has escuchado hablar del famoso “modo fight or flight” (lucha o huida), la respuesta automática de nuestro cuerpo al estrés. Pero hay un tercer estado que no muchos conocen: el freeze, o “modo congelado”.

Cuando el sistema nervioso se ve desbordado por el estrés, si luchar o huir no parecen opciones, el cuerpo entra en parálisis. Te desconectás. No sentís. No avanzás.

¿Cómo se ve eso en la vida diaria?

  • No importa si descansás igual te sentís cansad@.

  • Estás presente, pero como en automático.

  • Falta de motivación.

  • Todo te abruma, hasta lo más simple.

Y lo más peligroso: lo empezamos a normalizar. Empezas a vivir en parálisis sin darte cuenta y solo pensás que estás cansandx, o "así es la vida adulta"

Tu cuerpo no está diseñado para vivir así.

El sistema nervioso necesita ciclos de activación y relajación. Pero cuando el estrés se acumula sin liberar, quedás atrapad@. El cuerpo lo interpreta como amenaza continua y te mantiene en ese modo de congelamiento para "protegerte".

Con el tiempo, esto impacta en tu:

  • Salud mental (ansiedad, desánimo, desconexión emocional)

  • Energía física (fatiga constante, tensión muscular)

  • Claridad mental (dificultad para concentrarte o tomar decisiones)

Salir de esta parálisis es posible, pero solo querer no es suficiente.

No es un tema de decir ya no me voy a sentir así. Tu sistema necesita herramientas que le enseñen a regularse de nuevo. Prácticas como:

  • Flotación en aislamiento sensorial

  • Meditación

  • Respiración consciente

  • Movilidad

Estas prácticas envían un mensaje claro al sistema nervioso: estás seguro, puedes soltar la tensión y reconectar contigo.

La pausa es el camino de regreso

Conseguir ese balance es un proceso. Con cada pequeña pausa, tu cuerpo recuerda que no necesita vivir en alerta o en parálisis. Y desde ahí, recuperás lo que el estrés te ha quitado.

¿Sientes que últimamente estás "congelado"? Tal vez es hora de escuchar a tu cuerpo y empezar a liberarlo.

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